Muchas personas buscamos incansablemente el bienestar, sin saber que lo tenemos al alcance de nuestras manos. Sentirnos en bienestar consiste simplemente en vivir el presente y enfocarnos en las acciones que hacemos a cada momento.
Un viejo proverbio Zen dice: “Cuando se come se come y cuando se camina, se camina”
Vivir plenamente es dedicar nuestra energía en vivir el momento presente, sin dispersiones ni anticipaciones que no permiten vivir el aquí y ahora.
A veces creemos que la atención y plena conciencia de lo que hacemos, solo se requiere cuando efectuamos tareas importantes, como el médico que realiza una delicada operación o el operario que maneja elementos peligrosos, pero también al preparar la comida, al cortar el césped o simplemente cuando abrimos o cerramos una puerta, cada movimiento, cada acción es un fin en si mismo que surge de la plena conciencia.
Cuando los orientales practican la ceremonia del té o la arquería Zen, no se trata solamente de una exótica y bella ceremonia como muchas veces creemos. El entrenamiento consiste en realizar cada movimiento, cada secuencia, con delicada precisión y conciencia que demandan atención total en los más mínimos detalles.
Todos sabemos que una comida elaborada con dedicación, amor y tranquilidad, tiene otro sabor, que cuando se realiza con desinterés y prisa. Tal vez, en esa elaboración cuidada, la comida se impregna con la energía que uno inconscientemente, incluye en la receta.
El no vivir el presente engendra la ansiedad, un virus que nace de pensamientos inquietantes, de conversaciones internas que nos cierran posibilidades.
¿qué futuro nos espera?, ¿por qué no me llama? ¿le habrá pasado algo?, ¿no me querrá más? ¿qué haré cuando no esté? Pensamientos que no solo nos inquietan, sino que al sufrir antes de lo necesario, sufrimos más de lo necesario.
Entrenemos la atención en el momento presente, eso nos posibilitará anular el juego de recuerdos y anticipaciones que nos permita vivir, plenamente, cada paso de nuestra travesía.
Si aprendemos del pasado y creemos en el futuro, seguramente podremos vivir intensamente, cada instante de nuestro presente.